Otoño
Este otoño melancólico que empieza,
acaricia con cenizas mi cabello
y desnuda las antenas de la tierra,
y las viste de colores: amarillos,
ocres, rojos, musgos, negros y azulados.
En la voz del viento escucho, asombrada,
las palabras más hermosas de la tierra,
impecables oraciones nunca dichas,
con susurros de colores y señales
que despiertan mis sentidos taciturnos.
Estas voces, con sus brisas otoñales,
se detienen con ternura en lo alto;
van pintando sin descanso mil colores:
rojos, azules, amarillos y mentas,
en el cielo adormecido de la tarde.
Y la fauna de colores continúa
detenida ante mis ojos y, tranquila,
me susurra movimientos encendidos
y me grita sentimientos por un mundo
vivo, intenso, magnífico, sublime.